Paraíso lunar
(Viajes sobre mundos imaginarios y/o existenciales)
Es necesario –oh hermanos míos– ponerle un subtitulo al encabezado de este artículo (aunque no sé si sea el más indicado) para expresar de alguna forma esa salida o esa búsqueda que nosotros precisamos entender.
“Imaginación”, una forma paralela de explicar nuestros mundos interiores, es la puerta principal de mi mundo que cruza de lo común a lo intangible; ver más allá de lo que el resto no ve o de lo que el mundo se niega a buscar. La mayoría de las personas también se encierran en una gran burbuja… que es el mundo, y ella les ofrece respuestas y refugios que no siempre son verdades concisas. Escapar de lo rutinario, mayormente hace que nos “psicoanalicemos” cada uno por su cuenta y solos (por llamarlo así), para darnos cuenta de la necesidad de querer saber o ver qué hay más allá de nuestros glasos y, como Pierrot al ver la luna, sentirnos seguros, como estar en el mismísimo paraíso
Para Pierrot la luna no era solo la luna, era más que eso. Él era parte de ella, y ella parte de Pierrot, eran unión mutua, Pierrot entendía claramente que ella le daba a su vida esa existencia de tranquilidad que lo liberaba de su realidad. Podía videar en ella todas las cosas hermosas que siempre quiso conocer, y a su vez, que nunca se pudo imaginar. La luna fielmente lo llevó a traspasar su imaginación. Era la llave de su puerta principal. En verdad, no sé (ni me interesa saber, realmente) si era amor lo que Pierrot sentía verdaderamente por la luna, pero si creo que haya pensado que la luna este enamorada de él. Podría ser paranoico, pero si fuera así, es una paranoia que cualquiera arriesgaría para sentirse mejor.
Por eso, en este espacio llamado La luna de Pierrot, buscamos, los redactores, viajar libremente basándonos en el arte, para traspasar esa barrera que limita a las demás personas de lo que un grupo (muy reducido), si puede ver o, por lo menos, imaginar; y ayudar a restablecer conexiones con las personas que no pueden ver más allá de lo normal, abriéndoles la puerta periódicamente.
(Viajes sobre mundos imaginarios y/o existenciales)
Es necesario –oh hermanos míos– ponerle un subtitulo al encabezado de este artículo (aunque no sé si sea el más indicado) para expresar de alguna forma esa salida o esa búsqueda que nosotros precisamos entender.
“Imaginación”, una forma paralela de explicar nuestros mundos interiores, es la puerta principal de mi mundo que cruza de lo común a lo intangible; ver más allá de lo que el resto no ve o de lo que el mundo se niega a buscar. La mayoría de las personas también se encierran en una gran burbuja… que es el mundo, y ella les ofrece respuestas y refugios que no siempre son verdades concisas. Escapar de lo rutinario, mayormente hace que nos “psicoanalicemos” cada uno por su cuenta y solos (por llamarlo así), para darnos cuenta de la necesidad de querer saber o ver qué hay más allá de nuestros glasos y, como Pierrot al ver la luna, sentirnos seguros, como estar en el mismísimo paraíso
Para Pierrot la luna no era solo la luna, era más que eso. Él era parte de ella, y ella parte de Pierrot, eran unión mutua, Pierrot entendía claramente que ella le daba a su vida esa existencia de tranquilidad que lo liberaba de su realidad. Podía videar en ella todas las cosas hermosas que siempre quiso conocer, y a su vez, que nunca se pudo imaginar. La luna fielmente lo llevó a traspasar su imaginación. Era la llave de su puerta principal. En verdad, no sé (ni me interesa saber, realmente) si era amor lo que Pierrot sentía verdaderamente por la luna, pero si creo que haya pensado que la luna este enamorada de él. Podría ser paranoico, pero si fuera así, es una paranoia que cualquiera arriesgaría para sentirse mejor.
Por eso, en este espacio llamado La luna de Pierrot, buscamos, los redactores, viajar libremente basándonos en el arte, para traspasar esa barrera que limita a las demás personas de lo que un grupo (muy reducido), si puede ver o, por lo menos, imaginar; y ayudar a restablecer conexiones con las personas que no pueden ver más allá de lo normal, abriéndoles la puerta periódicamente.
Pierrot Ruidos
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