Riba pasa por uno de esos momentos en los que parecemos estar completamente solos en el mundo. Nadie lo entiende, y tampoco parece estar buscando la persona que lo haga. Cuando vuelve a casa en taxi, una frase anodina le hace pensar en una posible respuesta que exceda las posibilidad ¿iniciará el diálogo? Para tranquilidad de Riba -adivino- no es así.
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